¿Y tu? ¿Que tienes en tu lista?

Posted: March 6, 2012 in Exhorta General, Exhorta Youth

Me bautice a los 9 años y ante un momento tan especial en mi vida, mi madre, el pastor y los maestros de la iglesia se dieron a la tarea de darme una lista de las cosas que ahora tenía que hacer para agradar a Dios. Cuando fui a graduarme, los profesores, consejeros y los directores nos dieron una lista de las expectativas que Dios tenia para nosotros como jóvenes y futuros líderes del mundo. Una lista para ser feliz en mi matrimonio, una lista cuando fui a tener a mi hija, una lista diferente cuando nació mi hijo, una lista… para agradar al jefe, una lista para ser feliz, una lista para… ¿todo?

En el capítulo 18 del libro de Lucas, se nos describe el encuentro de un joven rico que fue a ver a Jesús “Maestro bueno, dime qué cosa debo hacer para tener la vida eterna?” Jesús no va con rodeos y le presenta la lista de las cosas que el joven debía hacer “tú conoces bien los mandamientos: no seas infiel en el matrimonio, no mates, no robes, no mientas, obedece y cuida a tus padres.”

“¡He obedecido todos estos mandamientos desde que era un niño!” contestó el joven. Puedo imaginarlo con el pecho inflado, lleno de orgullo; ¡lo había hecho todo!  Pero, ¿Sabía Jesús eso? ¿Sabía Jesús que el joven había sido criado en los valores cristianos? ¿Sabía que había guardado cada cosa en la lista? ¡Claro que sí! Si reconocemos que Jesús es omnipresente, entonces sabemos no solo que Jesús sabía estas cosas sino que había sido testigo de cada una de ellas.

Jesús lo mira y le responde “Entonces solo te falta una cosa, vende lo que tienes, dale ese dinero a los pobres y Dios te recompensará en el cielo. Luego ven y sígueme.”

La Biblia nos relata como el joven se retira de la presencia de Jesús muy triste porque era muy rico. ¿Rico en dinero? El joven era rico en dinero pero también era rico en percepciones erróneas de lo que ser salvo significa. El mismo Jesús lo corrige al principio “¿porque me llamas bueno? Solo Dios es bueno.” En otras palabras, “me conoces tu para saber si Soy bueno o no? ¿Sabes quién soy?” No, el joven no sabía quién tenía delante de él, porque si en verdad lo hubiera conocido, allí mismo lo hubiera dejado todo.

En mi opinión, el; joven rico se había estado preparando para esa entrevista por años. Desde niño le dieron la lista de las cosas que tenía que hacer para ser salvo y para él fue más importante seguir la lista para agradar a Dios que conocer al Dios que creó la lista.

Hoy día nuestra lista es mucho más extensa. Cada uno de nosotros le ha añadido a la lista original nuestra propia interpretación de los principios y concejos que da la Biblia, mas unas cuantas tradiciones aprendidas de nuestros padres que hemos puesto al mismo nivel que la lista original de 10.  Más allá de esto, hemos aprendido a juzgar a los demás basados en nuestra larga lista y sintiéndonos satisfechos con ese sentimiento de superioridad (porque mi lista es más larga y por ende mejor que la tuya) pasamos nuestras listas a las futuras generaciones.

Este es mi miedo constante: No quiero vivir mi vida siguiendo la lista que me fue pasada por mis padres y perderme de las maravillas y los milagros que Dios pone frente a mí en forma de otras personas y experiencias que no concuerdan con mi lista. Quiero seguirlo a Él y a su lista original, es que El lo hizo tan simple resumiendo los 10 en dos: Ama a Dios con TODO tu corazón y a tu Prójimo como a ti mismo. Hay que empezar una nueva lista; Amar a Dios, Amar su Ley, Amar su dominio sobre mí, Amar su descanso, Amar a mis padres, Amar a mi familia, Amar a mis amigos, Amar al vecino que no me cae bien, Amar al que me ha herido, Amar a quien no me ama… Amar… esta debiera ser mi lista.

Necesito un borrador.

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